Un paseo musical
¿Recuerdas lo importante que era el paseo de las ocho de la tarde cuando estábamos confinados?
Pasear es una costumbre que todos tenemos independientemente de la edad, el trabajo o el clima. Lo asociamos a descansar porque no vamos a ningún sitio en concreto, y aunque parezca improductivo sabemos que nos sienta bien.
Salir, cambiar de escenario, alejarnos de las pantallas y ver a otras personas nos hace relativizar. Activamos la circulación, la mente se desepeja y a veces suceden cosas que no esperamos o descucubrimos lugares que nos interesan. Muchas ventajas en un gesto tan simple como para no hacerlo una vez al día como mínimo.
Yendo un poco más allá, esta semana di un buen paseo por la sierra de Madrid. Un movimiento inútil desde el punto de vista de la economía del tiempo y el esfuerzo (Ir hasta allí, subir, bajar, volver), pero que encierra una pequeña gesta en la que se disfruta del camino, nos replanteamos las cosas y los problemas se hacen más pequeños. Como decía un amigo mío: "De la montaña siempre se vuelve más sabio" ...y hoy en día parece inevitable que con alguna foto también.
Piensa ahora en tu música y pregúntate cuántas veces a la semana tocas sin la intención de estudiar, practicar, componer o grabarte. ¿Serías capaz de salir a dar un paseo musical y "perder el tiempo" tocando sin expectativas? ¿Qué crees que podría pasar si lo haces una vez al día?
Así se veía Madrid esta semana de finales de otoño. |
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