Luis Daniel Espejo
Si estás leyendo esto, es muy posible que ya sepas que Mario es un guitarrista flipante o que es parte de la historia de mucha gente a la que escuchamos y admiramos. Así que mejor te cuento lo que me ha aportado personalmente después de más de cinco años de clases y un EP.
Cuando llegué a Mario, no buscaba hacer solos increíbles o acordes imposibles, mi objetivo no era otro que sacarles el máximo partido a mis canciones, presentes y futuras, y en esa tarea demostró una de sus virtudes principales: saber adaptarse a las capacidades y metas de cada alumno. Cada clase, cada canción y cada camino para aprender estaba orientado a mejorar todo aquello que hiciera crecer mis canciones (spoiler: vaya si crecieron), ya fuera a nivel de técnica, composición, acordes o incluso letras, y a mí como escritor (hábitos, objetivos, creatividad).
Por tanto, después de esta experiencia, para mí lo natural era contar con Mario para producir mi primer trabajo. Al igual que en clase, Mario se implicó, fue con todo y aportó visión general, creatividad y conocimientos, lo que se tradujo en conseguir el sonido que quería o contar con esa clase de arreglos sin los que las canciones ya no serían las mismas. Casi que sobra decirlo, pero hizo también un
trabajo finísimo en guitarras, mandolinas e instrumentos varios.
En resumen, si tu historia es tocar y hacer canciones y buscas alguien que te eche un cable para mejorar, no encontrarás a nadie mejor que Mario.
