Ellos tocan
"La razón principal que me llevó a contactar
con Mario fue que en ese momento me encontraba estancado como guitarrista. No
sabía por dónde tirar y llevaba ya un tiempo rondándome la sensación de haber
llegado a un punto en el que me costaba de veras avanzar por cuenta propia. El aprendizaje comenzó el mismo día que nos conocimos, cuando le comenté “lo peor
es que siempre acabo tocando lo mismo”, y él me contestó “la solución es fácil:
haz lo que nunca haces”. Así de sencillo.
En clase decimos que la teoría está muy bien, que nos da
una base sólida sobre la que movernos, pero al final lo que verdaderamente
manda es el oído. Y esa es la gran lección que de un modo u otro siempre me
traigo a casa."
Quique BC, Toledo
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Chema Domenech, Madrid
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"Te admiro como guitarrista y te considero un tipo muy ágil mentalmente , rápido y meticuloso a la hora de enseñar. Se aprende mucho tocando contigo y escuchándote. Sobre todo me gusta que te vuelcas en que el alumno toque bien, en que suene bien. Hay mucha creatividad en las clases.
El otro día tuve la oportunidad de tocar con los de "La sonrisa de Julia" y les gusto mucho . Al final tocaba yo y ellos cantaban. Les puse el tema que grabamos en clase y les encantó ¡Me hizo tanta ilusion como cuando gané mi primer premio en cocina!"
Diego Guerero, Madrid

- ¿Piensas
dejarlo? Déjalo. ¿Quieres tocar? toca.
Quique Ruescas, Villarrobledo
@QuiqueRuescas
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"Hace unos meses me surgió la oportunidad/necesidad de llevar a cabo algo que siempre quise hacer, grabar un disco. Tenía muchas dudas, y antes de meterme en el estudio, quería darle una vuelta a las canciones que iba grabar, para pulirlas y que todo fuera más rodado. No dudé en acudir a Mario Raya porque sabía que podría ayudarme, tiempo atrás estuve dando clases de guitarra con él, y ya entonces me ayudaron a mejorar mucho. Por tanto, sabía de su seriedad y buen hacer como profesor, sabía que su franqueza y su respeto por las canciones me podrían ayudar a mejorar mis composiciones.

Planteamos trabajar una canción por clase, se trataba de darles una vuelta para intentar sacar lo mejor de ellas, revisar estructuras, formas de empezar, de acabar…. Todo ello manteniendo la esencia de los temas. Una vez metidos en harina, me hizo ver donde debía mejorar la técnica de guitarra, la intención a la hora de tocar determinadas partes, o aspectos que tenía descuidados como la correcta acentuación o la afinación. Semana a semana fui comprobando como mejoraba, y tengo pruebas de ello, ya que grababa cada clase ( gran herramienta el grabador digital!!); lo cual me servía de mucho, para no perder detalles de sus impresiones sobre cada canción, posibles variantes, aspectos a mejorar… Meses más tarde me dio por escuchar algunas de esas clases y me quedé impresionado con lo mucho que había evolucionado. Cuando me metí en el estudio e hicimos la preproducción del disco, la mayor parte de lo tratado en las clases fue apareciendo. La mayor parte de las estructuras de las canciones quedaron como las había modificado tras las clases, y esto, sin duda, hizo el proceso de producción más sencillo.
En un
lado más psicológico las clases me ayudaron a resolver dudas, apaciguar complejos
y creer más en lo que hago. Sin duda mereció la pena.
Desde aquí me gustaría agradecer
el trabajo de Mario."
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Personalmente tengo
un problema de laxitud articular en los dedos de las manos que requiere mayor
esfuerzo postural con ciertos dedos y Mario ha mostrado mucho interés en buscar
la postura que facilite mi manera de tocar, investigando mucho según van
surgiendo problemas. Es algo que agradezco bastante pues hasta la fecha dicha
historia sólo me había acarreado problemas y frustraciones, con lo que en poco
tiempo mi manera de tocar se ha vuelto mucha más relajada y eficaz.
Agradezco mucho la
dedicación tan personal de Mario en todas sus clases. Es un placer tocar con
él."
Juan José Rodriguez, Madrid
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"Ir al taller de acordes de Mario supuso un gran adelanto en mi manera de
"ver" la guitarra. Lo que aprendí en una tarde me sirvió para entender
cómo se distribuyen las notas por el diapasón y cómo esas notas forman
armonías. Es algo que después aplicarás siempre. Se lo recomendaría a
cualquiera que pretenda dar un paso más, es estimulante.
David Quinzán, La Coruña
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"Acudí a Mario buscando un profesor de guitarra. Y encontré un forma de enfrentarme a muchas trabas de la vida. “¿A ti te gusta? ¿Te sientes cómodo? Pues hazlo. Si no es así, simplemente hay que cambiarlo”. Esa fue su recomendación en la primera clase. Algo que desde entonces me sirvió de mantra. “Prueba cosas, cambia y escucha. Y cuando lo hayas hecho, entonces decides”.
En sus clases nada está prohibido. Y queda poco espacio para ocultar tus defectos en patrones aprendidos y lugares comunes; esa forma de tocar donde te sientes cómodo y que has repetido miles de veces hasta convertirse en losa. La exposición es incómoda, a veces. No por su método, sino por la facilidad que tiene para llevarte hasta la fuente del problema. A partir de ahí, llega un trabajo que me sirvió de brújula para un camino que -ahora entiendo- nunca termina. Gracias Mario por las clases. Y por ayudarme a entenderlo."
Dani Montero. Madrid
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"Las clases con Mario son algo más
que las típicas clases de guitarra. Primero porque él no es un profesor al uso,
y segundo porque no son clases nada encorsetadas. Mario sabe utilizar muy bien la
psicología para sacar lo mejor de ti, no permite que pongas excusas ni que te
ampares en tus limitaciones, porque siempre hay un camino por el que escapar.
Para los que no sabemos leer
partituras estas clases son perfectas porque te enseña a escuchar –primero
escucha, ya tendrás tiempo de tocar, me repetía todas las tardes. Te hace ver
que con un par de reglas básicas se puede construir todo un mundo de
sonoridades y de armonías. Y ese es el mayor descubrimiento que he hecho en 16
años tocando la guitarra.
Pero lo mejor de todo es que son
clases muy, muy dinámicas, no hay un guión, puedes estar tocando una canción de
James Brown y de repente uno de sus acordes te lleva hasta el “heart of gold”
de Neil Young. Esto es algo que me parece positivo, tocar, tocar y tocar. Y así, poco a poco y tarde tras tarde, vas notando una mejoría que ni siquiera
acertabas a adivinar al sacar por primera vez la guitarra delante de él.
Su primera pregunta fue “¿qué
quieres conseguir con las clases?”. Cuando le respondí me pidió que tocara
algo, lo que quisiera. En ese momento adivinó lo que yo quería, captó lo que
necesitaba y se puso manos a la obra. No le puedo estar más agradecido.
Álex, Madrid
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"Mi nombre es David, andaba buscando un profesor que me ayudara a subir de nivel, sentía que no podía avanzar más y que estaba estancado en un nivel donde no quería estar. Contacté con Mario y enseguida vio por donde había que trabajar. En la primera clase pude ver como la mano derecha, la que manda, no iba bien y como Mario me iba desbloqueando la mano y llevándome a ver otras posibilidades, descubriendo que sí se puede llegar más lejos.
En cada clase el trabajo tenaz de Mario me hizo crecer. Incluso cuando yo me desesperaba, él fue constante conmigo y no me permitió que me viniera abajo, gracias a sus clases soy consciente de dónde tengo que enfocar mi trabajo y como hacerlo, un profesor muy recomendable si quieres avanzar y romper estructuras mentales que no te dejan progresar."
David Fraguas, Madrid. Guitarrista en Laika stone
____________________________________________________________________________
"Llevo tocando la guitarra más de 20 años de forma muy intermitente pero en los últimos años había adquirido un hábito mucho más regular que me fue empujando a hacer mis propias grabaciones en casa. Con la necesidad de componer canciones propias, me di cuenta de mis limitaciones para expresar las ideas que tenía en la cabeza. Me frustraba no poder transmitir lo que quería con la guitarra. Fue entonces cuando contacté con Mario Raya y desde el principio me di cuenta de que sus clases no son como yo había imagiando que eran las clases de guitarra (teoria, ejercicicos, escala para arriba, escala para abajo,...), sino que usabamos canciones con las que yo me identificaba musicalmente y las exprimíamos buscando detalles que pasan desapercibidos en una escucha más a la ligera, distintas formas de tocar lo mismo, melodías ocultas pero que están ahi y que dan todo el sentido a la canción. Además, aparecían conceptos de teoría que se aplicaban al instante en lo que estabamos trabajando. ¡LA CLASE ESTABA EN LAS CANCIONES!
En seguida noté que los brazos y las manos estaban más relajados, adoptaban una posición más natural. Empecé a moverme con más soltura por el mastil, lo que me dio una sensación de libertad increíble. Aprendí que tocar la guitarra es como hablar y que una misma frase puede significar muchas cosas según cómo y dónde se diga. Aprendí que la intención a la hora de tocar la guitarra lo es todo para sonar bien. Aprendí lo importante de escuchar antes de tocar. Aprendí que tocar la guitarra es algo muy serio. Vi la diferencia entre tocar la guitarra y TOCAR LA GUITARRA.
Lamentablemente para mi, por motivos personales, tuve que dejar las clases, pero tengo muy claro que si en algún momento puedo retomarlas para seguir aprendiendo, lo haré sin dudarlo. Creo que con Mario ves el camino a seguir para lograr lo que buscas y lo que más me impresiona es que creo que tiene un camino distinto para cada persona y eso solo puede conseguirlo alguien que sabe lo que está haciendo.
Si estáis leyendo ésto para informaros sobre sus clases, no lo dudéis más. Si ya conocéis su método, seguro que entendéis perfectamente lo que os estoy contando."
Jorge, Madrid

"Lo llaman clases de guitarra y no lo son……….
Mario ha creado un espacio distinto, donde el descuido no tiene sitio, el detalle es el hábitat y la palabra el instrumento afinado y a punto.
La creatividad toma significado, el talento es sustituido por el trabajo, el querer y el poder se dan la mano, la virtud de indicar siempre el camino correcto y el defecto toma consciencia que va a perder tarde o temprano.
Lo sencillo es práctico y no hay que darle más vueltas, por ello este tipo hace obtener resultados y además las ganas de volver a tener ganas de soñar a dos palmos del suelo encima de un escenario.
Quiero ser breve, por ello quiero que se queden con como empecé: lo llaman clases de guitarra y no lo son………."
Carlos Recio, Madrid
"El primer día que quedé con Mario tuvimos una charla acerca de gustos musicales, experiencias, objetivos personales. Al final de esa primera reunión le dije: "yo lo que no quiero es teoría, los papeles me abruman". Dicho y hecho. No hizo falta mas........
A partir de ahí, se puede decir que quedaba a tocar con un amigo, ya que lo que vino después no tenía mucho que ver con la idea que se suele tener de clases de guitarra.
Es difícil explicarlo, es como si aprendieras sin darte cuenta de que lo haces, de una forma diferente, apreciar pequeños detalles, corregir malos hábitos y vicios adquiridos con el paso del tiempo, aprender a escuchar y a escucharse, desentrañar todos los secretos que nos regala la música... salía de las clases con el convencimiento de que no me estaban enseñanado, sino de que todo estaba ahí y que simplemente había que sacarlo. Es alucinante, una especie de matrix donde todo encaja.
Para mi las clases con Mario han supuesto una gran liberación a nivel personal y un cambio en mi forma de entender la música. He pasado del "no me sale, no lo entiendo, esto no mola" a el simplemente hazlo."
Diego Cunquero, Madrid

En cada clase el trabajo tenaz de Mario me hizo crecer. Incluso cuando yo me desesperaba, él fue constante conmigo y no me permitió que me viniera abajo, gracias a sus clases soy consciente de dónde tengo que enfocar mi trabajo y como hacerlo, un profesor muy recomendable si quieres avanzar y romper estructuras mentales que no te dejan progresar."
David Fraguas, Madrid. Guitarrista en Laika stone
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"Llevo tocando la guitarra más de 20 años de forma muy intermitente pero en los últimos años había adquirido un hábito mucho más regular que me fue empujando a hacer mis propias grabaciones en casa. Con la necesidad de componer canciones propias, me di cuenta de mis limitaciones para expresar las ideas que tenía en la cabeza. Me frustraba no poder transmitir lo que quería con la guitarra. Fue entonces cuando contacté con Mario Raya y desde el principio me di cuenta de que sus clases no son como yo había imagiando que eran las clases de guitarra (teoria, ejercicicos, escala para arriba, escala para abajo,...), sino que usabamos canciones con las que yo me identificaba musicalmente y las exprimíamos buscando detalles que pasan desapercibidos en una escucha más a la ligera, distintas formas de tocar lo mismo, melodías ocultas pero que están ahi y que dan todo el sentido a la canción. Además, aparecían conceptos de teoría que se aplicaban al instante en lo que estabamos trabajando. ¡LA CLASE ESTABA EN LAS CANCIONES!
En seguida noté que los brazos y las manos estaban más relajados, adoptaban una posición más natural. Empecé a moverme con más soltura por el mastil, lo que me dio una sensación de libertad increíble. Aprendí que tocar la guitarra es como hablar y que una misma frase puede significar muchas cosas según cómo y dónde se diga. Aprendí que la intención a la hora de tocar la guitarra lo es todo para sonar bien. Aprendí lo importante de escuchar antes de tocar. Aprendí que tocar la guitarra es algo muy serio. Vi la diferencia entre tocar la guitarra y TOCAR LA GUITARRA.
Lamentablemente para mi, por motivos personales, tuve que dejar las clases, pero tengo muy claro que si en algún momento puedo retomarlas para seguir aprendiendo, lo haré sin dudarlo. Creo que con Mario ves el camino a seguir para lograr lo que buscas y lo que más me impresiona es que creo que tiene un camino distinto para cada persona y eso solo puede conseguirlo alguien que sabe lo que está haciendo.
Si estáis leyendo ésto para informaros sobre sus clases, no lo dudéis más. Si ya conocéis su método, seguro que entendéis perfectamente lo que os estoy contando."
Jorge, Madrid
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"Lo llaman clases de guitarra y no lo son……….
Mario ha creado un espacio distinto, donde el descuido no tiene sitio, el detalle es el hábitat y la palabra el instrumento afinado y a punto.
La creatividad toma significado, el talento es sustituido por el trabajo, el querer y el poder se dan la mano, la virtud de indicar siempre el camino correcto y el defecto toma consciencia que va a perder tarde o temprano.
Lo sencillo es práctico y no hay que darle más vueltas, por ello este tipo hace obtener resultados y además las ganas de volver a tener ganas de soñar a dos palmos del suelo encima de un escenario.
Quiero ser breve, por ello quiero que se queden con como empecé: lo llaman clases de guitarra y no lo son………."
Carlos Recio, Madrid
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"El primer día que quedé con Mario tuvimos una charla acerca de gustos musicales, experiencias, objetivos personales. Al final de esa primera reunión le dije: "yo lo que no quiero es teoría, los papeles me abruman". Dicho y hecho. No hizo falta mas........
A partir de ahí, se puede decir que quedaba a tocar con un amigo, ya que lo que vino después no tenía mucho que ver con la idea que se suele tener de clases de guitarra.
Es difícil explicarlo, es como si aprendieras sin darte cuenta de que lo haces, de una forma diferente, apreciar pequeños detalles, corregir malos hábitos y vicios adquiridos con el paso del tiempo, aprender a escuchar y a escucharse, desentrañar todos los secretos que nos regala la música... salía de las clases con el convencimiento de que no me estaban enseñanado, sino de que todo estaba ahí y que simplemente había que sacarlo. Es alucinante, una especie de matrix donde todo encaja.
Para mi las clases con Mario han supuesto una gran liberación a nivel personal y un cambio en mi forma de entender la música. He pasado del "no me sale, no lo entiendo, esto no mola" a el simplemente hazlo."
Diego Cunquero, Madrid
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La sensación es como la de alguien que encuentra algo que en el fondo llevaba buscando mucho tiempo y no daba con el modo de poder alcanzarlo a pesar de llevar años detrás de ello.
Lo que pueden cambiar las cosas en un par de horas... Recuerdo estar un tanto torpe, es difícil romper con los viejos esquemas e integrar otros nuevos, cambiar la forma de tocar, y es que he sido un poco perro salvaje con el slide siempre. Ahora tengo la curiosa sensación de que voy a disfrutar como nunca antes tocando, tengo muchas canciones que "deslizar" y eso, me gusta.
Jumi Luzón, Albacete
https://www.facebook.com/jumisg
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" Mi experiencia en las clases de Mario ha sido muy productiva y divertida a la vez. Se ha implicado desde el minuto 1 de la entrevista y se ha adaptado a mis necesidades y estilo en todo momento.
Clases personalizadas al milímetro y con un componente extra de cercanía en la relación profe-alumno que te engancha semana tras semana. "
David, Madrid.
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Mi hora de la semana.
Van a cumplirse casi 15 años desde que cogí una guitarra por primer vez lleno de ganas por aprender, eso sí, con algunos altibajos de vez en cuando. La ilusión y la satisfacción por tocar aparecían y desaparecían de forma muy rápida con la continua sombra de "siempre hago lo mismo" o "no me emociona lo que hago"...
Desde que conocí a Mario, mi percepción sobre la música y la guitarra ha ido cambiando radicalmente. Ha pasado de ser un instrumento musical a una fuente de ilusión inagotable cada semana... y eso, para mí, no tiene precio.
No deja de sorprenderme cómo cada semana ,sin querer, aprendo y disfruto de la música, y una y otra vez, me vuelvo a sorprender. Es un circulo vicioso que por suerte, no tiene fin. La profesionalidad, pureza y dedicación de Mario en cada clase llama la atención al instante y hace que mi hora de clase sea "mi hora de la semana".
Gabi Sánchez, Madrid.
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Contacté con Mario, ya va para tres años. Yo he estudiado Guitarra clásica en el Conservatorio, y de hecho, trabajo como profesor en el Conservatorio Profesional de Montijo (Badajoz).
Pero me notaba encorsetado, sin ideas para otras músicas que también he disfrutado. Siempre me ha gustado todo tipo de música, y he intentado hacer algo con mi proyecto de canciones propias y versiones cercanas al rock en acústico...
Quería, pero no podía, llevaba tiempo sin ganas de tocar, las guitarras acústicas guardadas, veía que no avanzaba....
Contacté con Mario, y aunque por vivir en Extremadura, no pudieron ser clases continuadas, cuatro horas bastaron para cambiar mi forma de tocar y me atrevo a decir que de dar clases y de pensar musicalmente hablando... Fue como un choque que me abrió por completo.
Para empezar, salí con ganas...ganas de tocar, de probar cosas, tenía los conocimientos, pero muchas veces no disfrutaba ni los aplicaba, y tuve que encontrar formas de probar e improvisar, desempolvar lo aprendido...y aprender, sobre todo aprender... Ganas de enredar con el ukelele, con el piano, con el bajo, probar cosas, afinaciones abiertas, slide, probar, tocar, y probar...
Puedo decir, que para empezar, llegué pensando que tenía todo aprendido, y no sabía por qué no funcionaba, y aprendí que me quedaba todo por delante. Era cuestión de actitud...
Después de casi tres años, he cambiado por completo mis dinámicas, mis guitarras, mi actitud, mi forma de tocar, mi forma de enseñar y mis ganas de tocar.
Las clases con Mario, y uno de sus conciertos al que tuve la oportunidad de asistir uno de esos días en Madrid, fueron un punto de inflexión fundamental. Enseño mejor, trabajo mejor, y toco en muchos más sitios que antes, por lo que creo que estamos en el camino, aunque falta mucho todavía...
Muchas gracias Mario!!!!
Jorge Navarro, Badajoz
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Yo tocaba en más de una banda, también en directo y grababa en estudio. Me defendía bien pero sabía que tenía mucho que aprender.
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Comencé a buscar clases de guitarra por el mismo motivo que la mayoría de compañeros, por encontrarme estancado en el aprendizaje. Conocía el trabajo musical de Mario (Quique González, Rebeca Jiménez…) y en cuanto supe que impartía clases no dudé en contactar.

Con Mario lo primero que aprendí es que los guitarristas tenemos que contar cosas, hablar a través de la guitarra, igual que un cantante u otro instrumento. Eso es música, contar cosas.
Para ello lo que necesitas es vocabulario, y eso te lo enseñan las canciones. Clase tras clase vamos viendo canciones, siempre de oído y al detalle. Ellas mismas te enseñan acordes nuevos, arreglos, solos, dinámicas… Cuando todos creemos que nos sabemos perfectamente el riff de “Smoke On The Water”, pues no, hay muchos detalles que se nos escapan. Mario te enseña a escucharlos y ejecutarlos.
A parte del qué decir, está el cómo decirlo. En las clases se da mucha importancia a la interpretación y sentimiento a la hora de tocar.
Según avanzaban las clases empecé a escuchar más, cosa que antes no hacía mucho. Es vital tomar consciencia de lo que tocas, tener claro su significado y el porqué. Si no lo tiene quizás estés haciendo algo mal.
Lo más importante es que Mario te da las herramientas para seguir aprendiendo por tu cuenta. Al final ese es el objetivo: aprender, aprender y aprender.
Alberto Posada (Madrid)
@bertposada
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Cada semana trabajamos sobre una nueva canción. Mario me ha enseñado a
fijarme en los detalles, a no pasar por encima de los temas, sino meterme
dentro de ellos y disfrutarlos. No tardé en darme cuenta de que cada tema que
Mario me mandaba tenía un por qué, los errores se iban repitiendo y poco a poco
íbamos puliéndolos. Además hemos trabajado sobre los temas de mi
banda, analizado todo mi equipo (amplis,
pedales y guitarras) para sacarle el mejor sonido, reforzado conceptos de
armonía que tenía olvidados, trabajado impro, composición....
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Contacté con Mario por primera vez hará unos 2 años, sentía que me había
quedado estancado como guitarrista y cada vez disfrutaba menos. Era consciente
de muchos de mis malos hábitos, pero no sabía cómo corregirlos.
Ya en nuestra
primera reunión, me dejo impresionado, localizó todos mis defectos (de los que
yo era consciente y de los que no), su pasión y forma de entender la guitarra
me conquistaron desde el primer momento, así que no tardamos en meternos en
faena.

Y no solo voy corrigiendo posturas, afinaciones, mejorando el oído...
sino que con Mario he aprendido una nueva forma de ver la guitarra y la música
en general. Ahora disfruto muchísimo más, tanto a la hora de tocar como de
escuchar.
Parece absurdo, pero poco a poco toco de una manera más activa, mucho
más divertida, sin pilotos automáticos y sin clichés, con mucha más confianza,
de nuevo me lo paso bien tocando solo o con más gente, y afronto con mucha
ilusión todo el curro que me queda por hacer.
Así que Mario.... muchísimas GRACIAS por estos dos años y lo que
quede...
Pablo Lorenzo Granizo (Madrid)
https://www.facebook.com/pablo.lorenzogranizo
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Me planteé contactar con Mario en una época en la que, como
a muchos nos ha pasado había perdido la ilusión de aprender, esa era mi primera
necesidad, aprender cosas nuevas que me movieran algo por dentro para que mi
motivación creciese, y vaya si lo hizo, de golpe, desde la entrevista que
realiza previamente a dar clases supe que tenía que saber lo que podía
mostrarme ese tío.
Decidí empezar con él y desde el primer día el concepto que
me quedó claro es que lo importante es “hacerlo musical” , de repente desde las
primeras clases empecé a escuchar muchísimo más, e indudablemente Mario ha
dejado en mí una necesidad de que cada vez que escucho un tema, escuchar esos
detalles que hacen la canción interesante.
En cuanto al mástil, Mario me ha hecho darle a mi visión un
giro de 180 grados , todo está increíblemente conectado entre si, he aprendido
a pensar , analizar y ejecutar desde un punto de vista muy, pero que muy
musical, nada de vicios automáticos como venía haciendo. Ha sido una
experiencia bastante alucinante. Escuchar y ejecutar temas, sonidos o detalles
es lo que me ha dejado sorprendido desde que me senté por primera en esa silla.
En definitiva, quiero agradecer a Mario su trato, su
motivación, su trabajo y su terapia musical que insisto, me ha parecido
completamente extraordinaria en el sentido más literal de la palabra, gracias
Mario y ojalá sigas alumbrando a la gente con tu visión de la música.
Sergio (Madrid)
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“Mario es un muro de contención, es una pared que no puedes derribar...
No permite que te relajes y te obliga a enfrentarte a retos todo el tiempo, incluso aquellos que pensabas que no podrías afrontar. Es serio y disciplinado, demanda trabajo duro pero siempre está a tu lado transmitiendo seguridad y confianza en tu capacidad para lograr tus objetivos. Posee capacidades innatas que lo convierten en un gran educador; disfruta haciendo su trabajo y consigue que las clases sean algo más, una plataforma de crecimiento en muchos sentidos...”
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“Mario es un muro de contención, es una pared que no puedes derribar...
No permite que te relajes y te obliga a enfrentarte a retos todo el tiempo, incluso aquellos que pensabas que no podrías afrontar. Es serio y disciplinado, demanda trabajo duro pero siempre está a tu lado transmitiendo seguridad y confianza en tu capacidad para lograr tus objetivos. Posee capacidades innatas que lo convierten en un gran educador; disfruta haciendo su trabajo y consigue que las clases sean algo más, una plataforma de crecimiento en muchos sentidos...”
Iván Gonzalez
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Yo lo que quería era escribir canciones.
Ya lo hacía, claro, pero normalmente terminaban en un cajón.

A veces, dar un paso más es difícil sin una opinión, sin una guía, por lo que, conociendo el buen hacer y el criterio de Mario -le había visto en concierto en varias ocasiones, y con diferentes formaciones- decidí acudir a él. Me ha hecho crecer, y confiar en mí, y en lo que hago. Tanto es así que hemos grabado un EP, donde ha puesto su talento y su cariño. Espero que aún nos quede mucho por hacer.

A veces, dar un paso más es difícil sin una opinión, sin una guía, por lo que, conociendo el buen hacer y el criterio de Mario -le había visto en concierto en varias ocasiones, y con diferentes formaciones- decidí acudir a él. Me ha hecho crecer, y confiar en mí, y en lo que hago. Tanto es así que hemos grabado un EP, donde ha puesto su talento y su cariño. Espero que aún nos quede mucho por hacer.
En definitiva, quiero agradecer a Mario su trato, su motivación, su trabajo y su terapia musical que insisto, me ha parecido completamente extraordinaria en el sentido más literal de la palabra, gracias Mario y ojalá sigas alumbrando a la gente con tu visión de la música.
Alberto Roldán
_________________________________________
Cuando alguien me pregunta interesado acerca de mi experiencia durante las clases con Mario, no sé por dónde empezar. Siempre que ocurre suelto una ‘’chapa’’ importante (que conste como aviso a los navegantes).
Por varios motivos definir lo que hace como ‘’clases de guitarra’’ se queda muy pobre, así como describirlo a él como ‘’profesor’’. No, no es sólo eso.
Entonces siento la necesidad de contarle al interesado/a unas cuantas cosas, para que comprenda que no se va a encontrar con lo que al menos yo (y seguramente a muchos os ha pasado) me he encontrado cada vez que quería recibir clases de música: una enseñanza unilateral y rígida en la que, o tiraba de voluntad, o terminaba perdiendo el interés completamente.
Quizá esto se deba a mi personalidad impaciente, o a que mis conocimientos de teoría son bastante básicos y no consigo mantener el interés por el método habitual de enseñanza, o quién sabe por qué, yo no aguantaba mucho más de seis clases seguidas. Pero aquí vienen las razones por las que llevo un año y medio con Mario, y sumando:
Una de las cosas que me impresionó desde el primer día fue su nivel compromiso, que no tardó en contagiarme. Después de cada clase sentía una motivación que pocas veces he experimentado, y que es vital si quieres desarrollarte como músico.
Ese ratito se fue convirtiendo en uno de los momentos más importantes de la semana, ya que durante las clases (cómo me jode tener que usar esa palabra y no encontrar otra) con Mario recibía todo el impulso que me hacía falta para seguir mejorando, trabajando y, sobretodo, disfrutando y descubriéndome a través del instrumento, la voz y la composición.
Comprendí que para aprender y emprender un camino es fundamental trabajar el autoconocimiento, cuestión que él facilita con un ojo psicológico que a veces parece conocerte más que tu propia madre (real).
Si a ésto le sumas su capacidad para confeccionar un método de aprendizaje perfectamente adaptado a cada personalidad, el resultado es un traje a medida con el que empiezas a encontrarte cómodo al instante, y es ahí donde comienza la aventura en la que yo espero poder continuar durante todo el tiempo que me sea posible.
Para terminar (os avisé de mi chapa irremediable), decir que en la vida me he topado con muy pocos profesores que realmente me hayan dejado una huella importante. Indudablemente Mario es uno de ellos, principalmente por su efecto transformador, ya que hace que los ‘’límites’’ (palabra que me consta no le gusta nada) pasen a ser herramientas muy útiles con las que potenciar el motor.
No tengo mucho más que decir, o sí: sin ánimo de cumplir el papel de pelota de la clase… gracias por existir, Mario.
Angie Sánchez
Alberto Roldán
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Cuando alguien me pregunta interesado acerca de mi experiencia durante las clases con Mario, no sé por dónde empezar. Siempre que ocurre suelto una ‘’chapa’’ importante (que conste como aviso a los navegantes).
Por varios motivos definir lo que hace como ‘’clases de guitarra’’ se queda muy pobre, así como describirlo a él como ‘’profesor’’. No, no es sólo eso.
Entonces siento la necesidad de contarle al interesado/a unas cuantas cosas, para que comprenda que no se va a encontrar con lo que al menos yo (y seguramente a muchos os ha pasado) me he encontrado cada vez que quería recibir clases de música: una enseñanza unilateral y rígida en la que, o tiraba de voluntad, o terminaba perdiendo el interés completamente.
Quizá esto se deba a mi personalidad impaciente, o a que mis conocimientos de teoría son bastante básicos y no consigo mantener el interés por el método habitual de enseñanza, o quién sabe por qué, yo no aguantaba mucho más de seis clases seguidas. Pero aquí vienen las razones por las que llevo un año y medio con Mario, y sumando:
Una de las cosas que me impresionó desde el primer día fue su nivel compromiso, que no tardó en contagiarme. Después de cada clase sentía una motivación que pocas veces he experimentado, y que es vital si quieres desarrollarte como músico.
Ese ratito se fue convirtiendo en uno de los momentos más importantes de la semana, ya que durante las clases (cómo me jode tener que usar esa palabra y no encontrar otra) con Mario recibía todo el impulso que me hacía falta para seguir mejorando, trabajando y, sobretodo, disfrutando y descubriéndome a través del instrumento, la voz y la composición.
Comprendí que para aprender y emprender un camino es fundamental trabajar el autoconocimiento, cuestión que él facilita con un ojo psicológico que a veces parece conocerte más que tu propia madre (real).
Si a ésto le sumas su capacidad para confeccionar un método de aprendizaje perfectamente adaptado a cada personalidad, el resultado es un traje a medida con el que empiezas a encontrarte cómodo al instante, y es ahí donde comienza la aventura en la que yo espero poder continuar durante todo el tiempo que me sea posible.
Para terminar (os avisé de mi chapa irremediable), decir que en la vida me he topado con muy pocos profesores que realmente me hayan dejado una huella importante. Indudablemente Mario es uno de ellos, principalmente por su efecto transformador, ya que hace que los ‘’límites’’ (palabra que me consta no le gusta nada) pasen a ser herramientas muy útiles con las que potenciar el motor.
No tengo mucho más que decir, o sí: sin ánimo de cumplir el papel de pelota de la clase… gracias por existir, Mario.
Angie Sánchez
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“Conocer a Mario y participar de sus clases fue sin duda un punto de inflexión en mi vida musical. Entré creyendo saber música y salí sabiendo que aún me falta mucho mucho por aprender, pero mucho más cerca de quién quiero ser como músico. Como decía un compañero más arriba, "lo llaman clases de guitarra pero no lo son" y sin duda, son mucho más que lo que cualquier persona pueda entender por clases de guitarra. Además, gracias a Mario conocí a María, también alumna suya, que me ofreció participar en un proyecto que pintaba muy bien: Bonaire. Tras un año y medio, dos EPs de por medio y un montón de carretera por delante...estamos muy contentos de que Mario nos presentara”
“Lo que hace que las clases de Mario sean tan recomendables es que, a diferencia de la mayoría de profesores, él escucha lo que haces y lo que te gusta. Se adapta de verdad a ti, a la música que tocas y la que quieres tocar. Por eso mejoras, por eso ganas seguridad y técnica. En mi caso, gracias a sus clases, dejé bloqueos e inseguridades atrás y me lancé a hacer lo que quería hacer: música. Es más, Mario me presentó a su alumno Javier, productor y guitarrista, que me acompañó en mi primer concierto como Bonaire. Y desde entonces hemos trabajado juntos. Dos Eps y muchos conciertos de por medio son otra razón más para confiar en Mario”
(Javier)
“Lo que hace que las clases de Mario sean tan recomendables es que, a diferencia de la mayoría de profesores, él escucha lo que haces y lo que te gusta. Se adapta de verdad a ti, a la música que tocas y la que quieres tocar. Por eso mejoras, por eso ganas seguridad y técnica. En mi caso, gracias a sus clases, dejé bloqueos e inseguridades atrás y me lancé a hacer lo que quería hacer: música. Es más, Mario me presentó a su alumno Javier, productor y guitarrista, que me acompañó en mi primer concierto como Bonaire. Y desde entonces hemos trabajado juntos. Dos Eps y muchos conciertos de por medio son otra razón más para confiar en Mario”
(María)